Un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses ha puesto de manifiesto que andar lento puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas motores en los próximos años, especialmente en las personas mayores.
En estudio publicado en Journal of American Geriatrics Society, los investigadores analizaron adultos blancos y negros de entre 70 y 79 años de edad que no tenían dificultades para caminar o subir escaleras. A todos ellos se les pidió que caminaran diferentes caminos y a distintas velocidades cada seis meses, con el objetivo de ver si tenían alguna dificultad para caminar en esos periodos de tiempo. Al final del seguimiento de ocho años, más de la mitad de los participantes habían desarrollado una discapacidad de movilidad, lo que significa que no podían caminar mucho.
Además, casi el 40 % había desarrollado una discapacidad crónica de movilidad que duró al menos dos años; en este sentido, los científicos estadounidenses observaron que aquellos que caminaban de manera más lenta eran los que más riesgo tenían de desarrollar un problema motor.
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