El cáncer colorrectal (CRC, por sus siglas en inglés) es una enfermedad de gran incidencia y mortalidad a nivel mundial. Si bien se reconoce que el consumo de pescado ejerce efectos favorables en la prevención del cáncer colorrectal, el papel del pescado enlatado ha sido insuficientemente investigado. En este estudio, se buscó analizar la relación entre el consumo de pescado enlatado y el riesgo de CRC.
Metodología
Los datos utilizados en este estudio se obtuvieron de dos estudios de casos y controles realizados entre 1992 y 2010 en varias áreas de Italia. Se incluyeron un total de 2419 casos incidentes y 4723 controles hospitalarios. El consumo de pescado enlatado se analizó según la frecuencia semanal de consumo, clasificándolo en < 1 porción por semana (referencia), 1 a 2 porciones por semana y ≥ 2 porciones por semana.
Resultados
Se encontró una asociación inversa entre el consumo de pescado enlatado y el riesgo de CRC, con una tendencia significativa en el riesgo.
Estudios previos han reportado un efecto protector del pescado fresco en el riesgo de CRC. Sin embargo, este estudio es el primero en ofrecer una base de apoyo para el consumo de pescado enlatado como parte de una dieta saludable. Las grasas omega-3, en particular los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) presentes en el pescado de aguas frías, podrían desempeñar un papel inhibidor en la carcinogénesis. Estudios preclínicos han demostrado los efectos inhibitorios de los ácidos grasos omega-3 en líneas celulares de cáncer de colon y en modelos animales.
Conclusiones
Este estudio respalda la idea de que el consumo de pescado enlatado tiene una asociación inversa con el riesgo de cáncer colorrectal, similar a la del pescado fresco. Estos hallazgos sugieren que tanto el consumo de pescado enlatado como el de pescado fresco pueden brindar protección contra el cáncer colorrectal.
Dado el alto impacto del cáncer colorrectal a nivel mundial, se sugiere que el consumo de pescado enlatado puede considerarse como parte de una dieta saludable. Es necesario seguir investigando para comprender mejor los mecanismos involucrados en esta asociación y su aplicabilidad en la prevención primaria del cáncer colorrectal.
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