¿Cómo hacer ejercicio de forma segura durante la temporada de calor?
Con la llegada del verano, muchos de nosotros queremos aprovechar el buen clima para realizar ejercicio al aire libre y así estar activos y cuidar nuestra figura. Sin embargo, las altas temperaturas pueden representar un riesgo si no tomamos las precauciones adecuadas. Hoy te compartimos algunos consejos esenciales para hacer ejercicio de forma segura en temporada de calor y así continuar con tus rutinas de entrenamiento sin sufrir ningún riesgo.
La importancia de adaptar la actividad física en verano
Durante los meses más calurosos, el cuerpo necesita trabajar más para regular la temperatura interna, lo que se traduce en que puedes perder líquidos y electrolitos de forma más rápida. Esta aceleración aumenta el riesgo de deshidratación, golpes de calor y otros problemas de salud. Además, si estás siguiendo un plan de adelgazamiento, es fundamental cuidar la nutrición y la hidratación para no comprometer tu bienestar.
Horas libres de calor para entrenar
Para evitar el calor intenso, realiza tu rutina de ejercicios en las primeras horas de la mañana o al atardecer. Estos momentos del día tienen temperaturas más suaves y niveles más bajos de radiación solar, reduciendo así el riesgo de golpes de calor. Además, sin la sensación de calor extremo estarás más motivado para realizar tu rutina.
Hidratación antes, durante y después del ejercicio
Mantenerte bien hidratado es un factor fundamental. Bebe al menos 500 ml de agua 30 minutos antes de hacer ejercicio y continúa bebiendo pequeños sorbos cada 15-20 minutos durante la actividad. Después de entrenar, asegúrate de reponer los líquidos perdidos. Si tu entrenamiento es intenso o prolongado, puedes recurrir a bebidas isotónicas para reponer electrolitos y evitar calambres musculares.
El outfit y la protección solar: tus aliados
La ropa ligera y transpirable, preferentemente de colores claros, ayuda a reflejar el calor y mantenerte fresco y una gorra o sombrero, también son recomendables para proteger la cabeza y el rostro. Además, no olvides aplicar un protector solar alto para proteger tu piel de los dañinos rayos UV y sus posibles consecuencias.
Adaptar la intensidad de la rutina
Si tu cuerpo está acostumbrado a entrenar en alta intensidad, considera reducir la carga en los días más calurosos. El calor hace que tu cuerpo trabaje más, así que no es necesario sobre cargarlo. Escucha las señales que te da: si sientes mareos, dolor de cabeza o náuseas, detén la actividad y busca un lugar fresco de inmediato.
Ejercicios de bajo impacto, buena opción
Durante el verano, aprovecha actividades como la natación, el aquagym o el yoga en interiores. Estos ejercicios no solo ayudan a quemar calorías y mejorar tu tono muscular, sino que además son refrescantes y más seguros en días calurosos.
Vigila tu alimentación
Si tu meta es perder peso, recuerda que una alimentación equilibrada es tan importante como el ejercicio. Evita las comidas copiosas antes de entrenar para prevenir molestias digestivas y así puedas rendir correctamente: snacks ligeros como frutas frescas o un batido proteico son ejemplos saludables para tener energía sin sentirte pesado.
Constancia, la clave de todo
Aunque el calor pueda desmotivarte, no dejes de lado tu plan de ejercicios. La clave está, como comentábamos más arriba, en adaptarlo a las condiciones climáticas de forma coherente. Así, podrás seguir avanzando en tus objetivos de adelgazamiento sin comprometer tu salud en cualquier época del año.
Conclusión
Hacer ejercicio en temporada de calor no tiene por qué ser un problema si tomas las precauciones adecuadas. Hidratación, horarios estratégicos, ropa adecuada y ejercicios adaptados a la temperatura son fundamentales para proteger tu salud y seguir viendo resultados… ¡Que el ritmo no pare!
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