Una gran parte de vosotros estáis a punto de acabar vuestras vacaciones de verano. Esto significa que, menos un grupo muy pequeño de personas, habéis tenido días de excesos alimentarios y pérdida de hábitos comunes que a diario sí se realizan, desde horarios de comidas hasta horas de sueño…
Tampoco vamos a decir que en vacaciones perdemos todo lo ganado durante el año, pero sí que lo descuidamos, por eso queremos daros los primeros consejos para que la vuelta no sea tan desagradable.
Los primeros hábitos que hay que recuperar son:
- Beber más agua: es el mejor sistema de hidratación para nuestro organismo.
- Comer más frutas, verduras y hortalizas: las grandes olvidadas del verano. Sobre todo cuando salimos fuera a comer, normalmente los platos que pedimos son muy pobres en estos alimentos. Cuando hagamos la lista de la compra a la vuelta de las vacaciones estos alimentos no deben faltar.
- Recuperar horarios de sueño: en vacaciones los horarios de descanso brillan por su ausencia. Lo mismo nos acostamos a las 3 de la mañana que nos echamos una siesta de dos horas. Recuperar una rutina de sueño nos va a ayudar a optimizar el descanso al máximo y hacer que nuestro cuerpo vuelva a su hábito diario.
- De vuelta a hacer deporte: podemos comenzar con sesiones cortas de 20-30 minutos, tres-cuatro veces a la semana. Correr, pedalear, nadar, pesas, tenis, pádel… todo vale para comenzar a movernos. El deporte es salud.
- Comer menos, pero mejor: como hemos dicho anteriormente, mejorar nuestra alimentación volviendo a comer más frutas, verduras y hortalizas, pero también limitando las cantidades que han tendido a pasarse de rosca en las vacaciones. Principalmente, no llegar a ese punto de: «no me cabe más, estoy lleno». Hay que plantarse antes, «vas a volver a comer mañana».
- Consumir más fibra: no es casual que mucha gente tenga problemas de hábitos intestinales cuando sale de vacaciones. Descuidamos mucho el consumo de fibra. Elige alimentos con fibra como raciones de frutas y verduras.
- Apartar el consumo de «chucherías»: con esto nos referimos a esos alimentos con mucha densidad energética, no necesaria, que suelen ser habituales durante el verano, como helados o golosinas…
- Andar y subir escaleras: hay pequeños gestos que podemos hacer a diario que incrementarán nuestra actividad. Evita coger el coche en distancias cortas y ve andando, a lo largo de la semana sumarás varios kilómetros: todo cuenta para mejorar nuestro estilo de vida, aunque sea andando. También podemos olvidarnos del ascensor un tiempo. Subir escaleras es un ejercicio muy completo, sobre todo para las piernas y el corazón. Lo que parece algo insignificante como subir tres pisos andando, es una actividad equiparable a hacer 3 series de ejercicios de piernas en el gimnasio.
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