Madre de niño de 13 años:
Todo empezó porque la enfermera me decía que el niño estaba obeso y la pediatra decía que no, la enfermera me seguía diciendo que sí y al final le dije a la pediatra: «me mandas y me mandas, y ya que me diga el endocrino». Porque la pediatra me decía lo que mucha gente: «no, pero si es pequeño, ya crecerá». Pero yo procuraba controlarle la comida y no conseguíamos cambios, y tenía a la enfermera dándome caña con eso y al final dije: «mira, mándame y que me diga el endocrino».
En el endocrino me dijeron que era obeso. Le miraron celiaquía y un montón de cosas en la analítica de sangre. Y en una de las últimas analíticas dio prediabetes tipo II. Entonces fue cuando empezamos a venir aquí. Ya no tuve otra cita con ellos hasta que le volvieron a hacer otra analítica, fuimos y le dieron el alta.
Hace poco le hicieron otra analítica por los desmayos y tenía la analítica de libro. El entrenador me decía: «a ver si va a ser que con la dieta…», porque todo el mundo ya sabes que cuando dices que un niño está a dieta, la gente como tiene desconocimiento, enseguida se creen que el niño está comiendo poco, y para nada.
A mí me preocupaba porque mi abuelo fue diabético. Y como eso tiene un punto de hereditario y, sobre todo, se salta alguna generación, digo a ver si va a ser y… podía haber sido, pero lo hemos controlado a tiempo.
Además, a mí me daba mucho miedo la obesidad infantil, es algo que me horroriza, entonces yo antes de empezar a ir al endocrino ya procuraba, pero claro, hacía las cosas mal, ¿por qué? porque al final una persona que no ha tenido que tener ese tipo de cuidado con su alimentación (no porque no deba, sino porque no engordaba) al final ¿qué haces? Si tú ves que engordas es cuando empiezas a tener cuidado, porque lo demás como no lo ves, como va por dentro…
Yo no tenía exceso de peso nunca, siempre he sido muy delgada, entonces nunca me he tenido que cuidar… y yo pensaba que le estaba alimentando bien, y no. No sabes alimentar bien porque no te enseñan.