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Respirar bien para ser feliz

Respirar bien para ser feliz 1280 853 Richard Vera

Respirar es lo primero que hacemos al nacer y lo último que hacemos al morir. Respiramos todo el día y a todas horas, lo que no quiere decir que lo hagamos bien. Es más, somos los que peor lo hacemos del reino animal. Y si no respiramos bien, nuestro organismo no se oxigena de manera adecuada y abrimos la puerta a todo tipo de malestares: físicos y emocionales. Sin embargo, podemos aprender a respirar bien y a incrementar nuestra calidad de vida.

¿Por qué respiramos mal?

El problema es que a lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo unos hábitos de respiración nada saludables.

Cuando nacemos somos unos expertos respiradores, respiramos por nariz (de hecho, hasta los 6 meses de vida no podemos respirar por la boca), lo hacemos con un buen movimiento de nuestro diafragma y de una forma rítmica. Cuando vamos creciendo, ya sea por aprendizaje propio o por imitación, comenzamos a pensar que una respiración profunda se realiza llenando la parte alta del pecho, o que nos llenamos mejor de aire por nuestra boca. También la forma en la que nos sentamos, encorvados hacia delante y con los hombros caídos, merma nuestra capacidad pulmonar. Son toda una serie de malos hábitos, que unidos al estrés casi crónico que muchas personas padecen por un excesivo ritmo de vida, los que hacen que nos convirtamos a la larga en los peores respiradores del reino animal.

Tres cosas que hacemos mal

  • Algo que debemos corregir es la respiración bucal. Solo este cambio, de volver a recuperar la respiración por nuestra nariz, ya puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar.
  • Otra de las cosas que solemos hacer mal es respirar más rápido de lo que debemos. Vivimos respirando de forma hiperventilante, y esto no solo cambia nuestro organismo a nivel bioquímico, sino que además hace que nuestro organismo esté todo el día en alerta, ya que nuestra respiración y nuestro estado de ánimo van de la mano.
  • No utilizamos de forma óptima nuestro diafragma, que es el principal músculo de la respiración. Sin él nuestros pulmones no podrían llenarse ni vaciarse de aire por sí solos. Lamentablemente, un gran porcentaje de la población lo utiliza muy por debajo de su capacidad, y como consecuencia sus pulmones no se llenan de aire lo suficiente, sintiendo muchas veces la sensación de falta de oxígeno con mucha más facilidad durante el día.

Ansiedad y respiración

Ambas están íntimamente relacionadas. Cuando estamos agitados, con ansiedad o estrés, nuestra respiración se vuelve rápida y superficial, y además es más común que terminemos respirando por la boca. En cambio, cuando estamos relajados o con sueño, inconscientemente la respiración se vuelve más lenta y pausada. Lo curioso e interesante de esto es que también funciona al revés, podemos acelerar nuestra respiración para aumentar nuestro ritmo cardiaco y presión sanguínea, o hacerla más lenta y relajada para inducir a nuestro sistema nervioso a relajarse.

Si sentimos ansiedad, una respiración más lenta, por la nariz y utilizando bien nuestro diafragma, puede cambiar nuestro estado en apenas 3 minutos de ejercicio.

Por eso es tan importante ser conscientes de nuestra respiración. Digamos que una adecuada respiración contribuye a la disminución de la ansiedad y a un aumento de nuestra felicidad.

¿Cómo es la respiración adecuada?

La respiración perfecta es lenta, sutil y diafragmática, y además estas tres características están unidas por un elemento fundamental: la respiración por la nariz.

La nariz es nuestro principal órgano para respirar, y así debería ser siempre, o al menos la mayor parte del tiempo. Dentro de sus funciones está la filtración, el calentamiento y la humidificación del aire que respiramos, lo que contribuye enormemente a que el aire que llega a nuestros pulmones sea lo más óptimo posible. Todas estas funciones las perdemos si respiramos por la boca. La respiración bucal, además, cambia incluso el pH de nuestra boca, volviéndolo más ácido y estableciendo un ambiente más proclive para las caries. Por no hablar de que respirar por la boca se asocia directamente con la mala formación de la mandíbula y las vías respiratorias, algo a tener muy en cuenta sobre todo en edades muy tempranas.

Para generar un buen hábito de respiración sería recomendable realizar durante algunos minutos en el día algún ejercicio de respiración sencillo, como por ejemplo inhalar en 4 tiempos, pausar la respiración en otros 4 tiempos y exhalar en 4 tiempos.

Si quieres sentirte mejor física y emocionalmente, haz clic aquí.

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Fuente: https://www.uppers.es/salud-bienestar/noticias-salud/20221209/respirar-feliz-hacemos-reino-animal_18_08148095.html

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