Muchos hombres sufren episodios de depresión leve o moderada a medida que envejecen. Los problemas de salud y la pérdida de un cónyuge, un miembro de la familia o un amigo son desencadenantes comunes que pueden provocar una tristeza persistente y una pérdida de placer.
Si bien los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden ser útiles para aliviar y controlar los síntomas, no siempre son la opción correcta.
«Muchos hombres mayores no quieren ser dependientes de los antidepresivos, o son sensibles a sus efectos secundarios comunes, como boca seca, mareos, somnolencia y aumento de peso», dice el Dr. Darshan Mehta, director médico del Instituto Benson-Henry de Medicina Corporal Mental en el Hospital General de Massachusetts, afiliado a Harvard.
Afortunadamente, existen opciones no farmacológicas disponibles para ayudar a tratar y manejar la depresión leve.
Siempre consulte con su médico si experimenta síntomas de depresión. Dependiendo de la gravedad de su condición, los medicamentos pueden ser apropiados, al menos a corto plazo. De lo contrario, puede controlar e incluso prevenir episodios de depresión con estas cuatro estrategias no farmacológicas.
Ejercicio:
Hay pruebas sólidas de que cualquier tipo de ejercicio regular es uno de los mejores antidepresivos. «No solo ayuda a evitar que su estado mental actual empeore, sino que puede evitar que la depresión leve se convierta en una depresión más grave», dice el Dr. Mehta. El ejercicio ayuda a disminuir los síntomas de ansiedad, mejora la calidad del sueño y aumenta los niveles de energía.
Un metaanálisis publicado en línea el 18 de octubre de 2018, por Depression and Anxiety, encontró que las personas con depresión mayor que realizaban un promedio de 45 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada tres días a la semana durante al menos dos meses experimentaron un mayor efecto antidepresivo en comparación con los que hicieron ejercicio mínimo.
Nutrición:
Cuando se trata de nutrición y depresión, el Dr. Mehta sugiere enfocarse en lo que no se debe comer. «La investigación sobre qué nutrientes pueden ayudar a proteger contra los síntomas de la depresión está en curso, pero reducir el azúcar refinado que se encuentra en los dulces, los refrescos y los alimentos procesados puede ser especialmente beneficioso», dice.
Un estudio publicado en línea el 27 de julio de 2017 por Scientific Reports, que examinó las dietas de 8.000 hombres, encontró que aquellos que consumían 67 g o más de azúcar por día (lo que equivale a aproximadamente tres barras de chocolate) tenían un 23 % más de probabilidades de ser diagnosticados con depresión en comparación con los hombres que comieron 40 g o menos.
Gratitud:
Se ha demostrado que expresar gratitud tiene un efecto emocional positivo en las personas con depresión. Un estudio realizado en NeuroImage de marzo de 2016 encontró que escribir lo que aprecias en tu vida puede aumentar la actividad en la corteza prefrontal medial, la región del cerebro a menudo asociada con la depresión.
Conexión social:
La evidencia es clara de que el aislamiento social aumenta el riesgo de depresión de una persona y puede hacer que los síntomas sean más graves y duraderos. Por supuesto, cuando estás deprimido socializar es aún más difícil. Una solución es unirse a un grupo dedicado a algo por lo que tienes una fuerte pasión.