La Cúrcuma (compuesto presente en el curry) previene la acumulación de placas de proteína beta amiloides que se forma en el cerebro de las personas con Alzheimer, según un reciente estudio efectuado por investigadores de la Universidad de California (EE. UU.). El descubrimiento viene a completar su capacidad para prevenir la artritis (tanto aguda como crónica) y que disminuye la degeneración ósea, según descubrió un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona (Tucson, EE. UU.), cuyo trabajo se publicó en la edición digital de Arthitis & Reumatism. Los investigadores descubrieron que inhibía la destrucción de las articulaciones al inhibir la proteína NF que controla la expresión genética de sustancias que producen una respuesta inflamatoria. La Cúrcuma también alteró la expresión de cientos de genes que intervienen en la inflamación y destrucción de las articulaciones y evitó un aumento de las células que descomponen el hueso, los osteoclastos, en las articulaciones.
No olvidemos su papel en casos de cáncer. Un grupo de investigadores de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE. UU.) comprobó que tanto la cúrcuma del curry como el fenetil isotiocinato (sustancia presente en las plantas crucíferas —col, repollo, coles de Bruselas—), son eficaces en el cáncer de próstata. No solo en este tipo de cáncer, porque la curcumina también parece ser supresor natural de otros tumores. Así lo piensan al menos los profesores Andy Gescher y Will Steward del departamento de Oncología de la Universidad de Leicester en Reino Unido.