Diariamente, el hígado sintetiza 1 g de colesterol sanguíneo, el material con aspecto graso y ceroso que forma parte de todas las células. El colesterol sanguíneo participa, además, en la formación de hormonas y ayuda a sintetizar vitamina D y ácidos biliares, que ayudan a la digestión.
El mayor riesgo de desarrollar padecimientos cardíacos debido a niveles elevados de colesterol sanguíneo tiene su raíz en la genética, aunque la alimentación y la obesidad también son factores importantes. No se puede hacer nada para cambiar la herencia genética, sin embargo, sí se puede cambiar la alimentación.