El batch cooking nos permite alimentarnos de una manera sana y tener mucho más tiempo libre. Es un método que permite cocinar, en pocas horas, alimentos para toda la semana. Solo tienes que organizarte y planificarlo.
Beneficios del batch cooking
Cuando no tenemos mucho tiempo entre semana, y menos para cocinar, lo que podemos hacer es dedicar un día a la semana a preparar los platos para la semana.
Este método pretende aprovechar los ingredientes y cocciones de un plato en otro. Es decir, se podría aprovechar la cocción de un plato hecho de más raciones para guardar el excedente o incluso se podría aprovechar un ingrediente para diferentes platos.
El beneficio principal de este método es que nos acerca a la comida casera y nos permite alejarnos de la comida elaborada fuera de casa y los ultraprocesados, que son mucho peores para salud. Esto es, mejora nuestra alimentación en calidad (más sana) y nos permite reducir el tiempo que dedicamos a cocinar.
Asimismo, promueve el ahorro económico, debido no solo a que nos aleja de la compra de comida ya preparada, sino que permite también un ahorro energético por las pocas horas que empleamos en elaborar todos los platos. Esto, por supuesto, también se traduce en un beneficio para el medioambiente, ya que desperdiciamos menos y ahorramos energía.
Claves del batch cooking
Lo primero sería organizar la compra para saber qué vamos a necesitar. Recordemos que hay que comprar alimentos que se puedan congelar, puesto que la mayor parte de los platos irán a parar al congelador.
En segundo lugar, es fundamental planificar un menú semanal para determinar los platos que vamos a consumir durante la semana.
Entonces, elegido un día de la semana en el que nos vayamos a poner a cocinar, con los ingredientes en mano y los utensilios disponibles, podemos empezar a elaborar las diferentes comidas. Como hemos comentado antes, es interesante preparar una buena cantidad de un plato o utilizar un mismo ingrediente para diferentes platos.
Así, es ideal congelar la mayoría de los platos en recipientes adecuados y vigilar que sean alimentos que se puedan congelar. Es más, en vez de congelar el plato entero en un recipiente grande, es mejor congelar en porciones. Así solo descongelaremos lo que vayamos a comer. Los platos que vayamos a consumir antes o que no se puedan congelar (como, por ejemplo, algunas salsas emulsionadas o verduras tales como lechuga, rúcula, canónigos, etc.) irán a la nevera.
Además, para organizarnos mejor, se puede incluso rotular antes de congelar o guardar en la nevera para saber qué plato es y cuándo tenemos planeado consumirlo.
Cuando vayamos a consumirlo solo hay que retirar, descongelar con antelación (dejándolo en la nevera) o calentar el plato y ¡listo!
Aquí te dejamos algunas ideas de recetas en familia.
En conclusión, como hemos visto, batch cooking es el nombre que recibe el método que propone cocinar en pocas horas para toda la semana, optimizando al máximo los recursos y las cocciones de los alimentos.
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