En un reciente estudio se ha demostrado que el ejercicio físico aumenta en ocho veces la supervivencia en pacientes con COVID-19.
Este estudio, realizado por cardiólogos del Hospital Clínico San Carlos, ha sido publicado en la revista científica americana de enfermedades infecciosas Infectious Diseases and Therapy.
Objetivo y metodología
El objetivo del estudio consiste en analizar retrospectivamente la influencia que el nivel de ejercicio físico podía tener en la evolución de la enfermedad durante la infección por coronavirus.
El estudio consta de 520 pacientes, con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años. Eran pacientes hospitalizados con diagnóstico confirmado de COVID-19 en el hospital de la Comunidad de Madrid. Fueron divididos en dos grupos: los que llevaban una vida sedentaria (57,1 %) y los que realizaban ejercicio de manera regular dos días a la semana con una duración de al menos treinta minutos cada día (42,9 %).
Resultados y conclusiones
Los resultados del estudio son concluyentes: el grupo que mantenía una actividad física constante, ligera o moderada, presentaba un riesgo de mortalidad del 1,8 % frente al 13,8 % del grupo con un estilo de vida sedentario.
En conclusión, los datos revelan que mantener una actividad física regular aumenta hasta en ocho veces la posibilidad de supervivencia en estos pacientes respecto a aquellos que llevan una vida más sedentaria.
Además, entre los principales hallazgos de esta investigación destaca que entre el grupo de personas con un estilo de vida sedentario había un mayor porcentaje de fumadores y de obesos. También se observó en las personas sedentarias una mayor tasa de insuficiencia respiratoria, mayor insuficiencia renal, síndrome de respuesta inflamatoria y mayor estancia hospitalaria.
El sedentarismo sometido a estudio
«Cuando se realizó un estudio estadístico para reconocer los factores realmente independientes se apreció que tanto una edad avanzada como el consumo de tabaco y la insuficiencia renal eran factores de riesgo independientes de mortalidad, como ya se había visto en estudios anteriores. Pero, lo que realmente fue sorprendente y novedoso fue observar cómo el sedentarismo aparecía como un factor predictor independiente de mortalidad». Ricardo Salgado, cardiólogo.
El sedentarismo se ha demostrado como factor de mortalidad en la COVID
«Se recomendaba controlar los factores de riesgo y realizar ejercicio físico, pero sin mucha evidencia científica. Sin embargo, a partir de ahora realizar ejercicio físico de forma regular se convierte en un factor primordial, ya que reduce ocho veces la posibilidad de fallecer por COVID-19 cuando la persona precisa ingreso hospitalario». Director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, Julián Pérez-Villacastín.
Asimismo, ya conocemos la importancia que tiene la actividad física regular en nuestra salud en general. Por tanto, se hace necesario desarrollar unos hábitos adecuados con respecto al ejercicio.
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